José Paradela llegó a Cruz Azul como una de las primeras y más firmes apuestas de Nicolás Larcamón. Su fichaje respondió a una necesidad clara tras la lesión de Andrés Montaño y a la reconfiguración del mediocampo, donde Mateusz Bogusz y Luka Romero habían asumido roles distintos en la etapa de Vicente Sánchez. El técnico argentino confió en Paradela por su impacto inmediato en la Liga MX y por su capacidad para convertirse en el eje creativo del equipo.
El inicio del torneo confirmó esa decisión. Paradela se adaptó de inmediato al entorno celeste y mostró jerarquía desde sus primeros partidos, ubicándose por detrás de Ángel Sepúlveda como generador de juego. Con pases verticales, desequilibrio individual y llegada al área, el argentino replicó el nivel que había mostrado en Necaxa y rápidamente se convirtió en uno de los refuerzos más destacados del Apertura 2025.
Las cifras respaldaron su buen arranque. En los primeros 13 encuentros del campeonato, Paradela sumó tres goles y cinco asistencias, siendo determinante en varios triunfos de La Máquina. Sin embargo, conforme avanzó el torneo, su rendimiento fue a la baja. En los siguientes 12 partidos no logró aportar ni anotaciones ni pases de gol, una sequía que coincidió con el descenso futbolístico del equipo en la recta final del semestre.
Parte de esta irregularidad se explica por el ajuste táctico que sufrió dentro del sistema de Larcamón. En el arranque del torneo, Paradela jugaba en una posición más central, con libertad para recibir entre líneas y asociarse con Charly Rodríguez, especialmente cuando Erik Lira se integraba al mediocampo. Ese equilibrio le permitía enfocarse en la creación y reducir sus responsabilidades defensivas, potenciando su influencia ofensiva.
No obstante, los problemas de generación llevaron al cuerpo técnico a utilizar a Lira como líbero fijo, lo que descompensó el mediocampo y obligó a Paradela a desplazarse hacia las bandas. Al alejarse del área rival, el argentino perdió peso en ataque y quedó reducido a intentos de media distancia como principal recurso, una situación que mermó notablemente su impacto en los momentos decisivos del campeonato.
De cara al futuro, en Cruz Azul existe la convicción de que Paradela puede recuperar su mejor versión si el contexto colectivo mejora. En ese sentido, la posible llegada de Agustín Palavecino aparece como una pieza clave. Ambos futbolistas ya demostraron una notable sociedad en Necaxa y su entendimiento podría devolverle al argentino la libertad y el protagonismo que lo convirtieron, en el inicio del torneo, en uno de los refuerzos más prometedores de La Máquina.
