Italia vive ayuno mundialista de 8 años pero el doble de claroscuros internacionales
Macedonia y Aleksandar Trajkovski volvieron a ser verdugos de Italia con otro gol del extremo izquierdo que los dejó fuera de la Copa del Mundo por segunda vez consecutiva. La primera fue en 2017 cuando un tanto del hombre ya citado los mandó al repechaje donde Suecia daría cuenta de ellos.
Los italianos viven en su octavo año de ayuno mundialista, siempre con Macedonia en el pináculo de su desgracia futbolística, pero con mucho más factores debajo que los hacen sumergirse en más de 15 años de altibajos deportivos al rededor de su selección.
Hasta antes de las última Eurocopa de Naciones, celebrada en 2021 y donde fueron campeones con un futbol vistoso, habían cosechado fracasos (unos más grandes que otros) desde que disputaron y ganaron la final del Mundial de Alemania 2006.
Este dato es abrumador: Italia no juega un partido de eliminación directa en una Copa del Mundo desde aquel 2006 en la final del Estadio Olímpico de Berlín; En Sudáfrica 2010 no pasaron de fase de grupos perdiendo con Eslovaquia y empatando con Nueva Zelanda al igual que con Paraguay; para 2014, en el grupo de la muerte, no pudieron con Uruguay ni Costa Rica, que se colaron a los octavos por encima de los ingleses y la Azzurra. Las justas de Rusia 2018 y próximamente en Qatar 2022 brillarán por su ausencia.
En las Eurocopas ha sido menos malo, pues en 2008 si pasaron de la primera ronda, aunque quedaron eliminados en cuartos con España, su principal verdugo en esta competición; en 2012 fueron también los españoles los causantes de su desgracia con una goleada de 4-0 en la final; en 2016 fueron echados en semis contra Alemania, y por fin en 2021, fueron campeones después de 51 años de ayuno europeo.
Así se pintan los claroscuros italianos, largas rachas de malos resultados, un futbol que cada vez es más obsoleto si hablamos del catenaccio y una metamorfosis en el rectángulo verde que no termina por dar los resultados que la historia italiana exige.