Las madres son el pilar de una familia, el motor de los hijos para que logren sus metas a corto y mediano plazo. Son las que cuando tienen un hijo deportista están ahí, los llevan a sus entrenamientos, madrugan para las competencias. Ser madre es un deporte de alto rendimiento, una persona que se debe dividir en muchas partes.
Pero hoy, toca hablar de esas madres deportistas, esas personas que pesar de tener una gran trayectoria se dan el espacio para dedicarse a la maternidad, no obstante, no dejan el deporte, todo lo contrario, siguen ahí y se ponen el uniforme y vuelven a la competencia.
En nuestro país hemos tenido esas historias en todos los ámbitos deportivos, algunas siguen en competencia, otras más dieron paso al retiro para dedicar su tiempo a sus hijos.
Paola Espinoza
La clavadista es uno de los casos más sonados en los últimos tiempos, debido a que se dio tiempo para la maternidad y le dio una pausa al deporte, no obstante, regresó para buscar un boleto en Juegos Olimpicos de 2020, sin embargo, no logró hacerse de un lugar.
A pesar de eso, se dedicó a su hija, dándole todo el Amor y la atención que merece después de conquistar las fosas más importantes del mundo.
María del Rosario Espinoza
La mejor deportista mexicana de la historia anunció su retiro hace unos meses, esto para posteriormente dar a conocer su embarazo, al dar a luz se dio a conocer que ahora se estará dedicando a ser entrenadora, combinado su faceta de madre con la de entrenadora de alto rendimiento.
Esto después de haber conquistado tres medallas olímpicas. Ahora dejará la competencia, pisar el tatami, para preparar a los mejores deportistas mexicanos del futuro.
