Cuando Messi anunció en 2021 que se uniría al Paris Saint-Germain para unirse a Kylian Mbappé y a su viejo amigo Neymar, Europa se estremeció, pues el conjunto parisino pasó a ser (más de lo que ya lo era) un absoluto candidato a dominar Europa. Y las expectativas, al menos en el papel, estaban totalmente justificadas, pues se juntaron tres de los mejores delanteros del mundo.
Por un lado Messi, el histórico jugador argentino que poco más de un año después de su arribo a París se coronó campeón del mundo en Qatar 2022, pero que incluso antes de ganar la Copa del Mundo ya era considerado uno de los mejores de todos los tiempos y que en su paso por el Barcelona lo ganó absolutamente todo en Europa.
Después tenías a Kylian Mbappé, la máxima joya del futbol mundial. A los 19 años ya era campeón del mundo —además jugando un rol protagónico en aquel Mundial de Rusia 2018—; pretendido por los mejores clubes del planeta y con un futuro casi tan brillante como su presente.
Y finalmente Neymar, el astro brasileño que marcó historia tras su llegada al PSG pues es, hasta ahora, el fichaje más caro de todos los tiempos, ya que el club francés pagó 222 millones de euros por él al Barça. En su momento el futbolista más cotizado del mundo y ganador de todo lo ganable con el conjunto culé, donde fue pieza clave en cada título obtenido.
Sin embargo, pese a contar con un tridente valuado (actualmente y según el portal Transfermarkt) en 295 millones de euros, no pudo mas que ganar la modesta liga francesa, en la que por momentos también pasaron malos ratos.
¿FRACASÓ EL TRIDENTE?
Para nadie es un secreto que la gran ambición del PSG es ganar la Champions, y cuando Messi, Neymar y Mbappé se juntaron, el sueño parecía más cercano que nunca. Sin embargo, no pudo ser y si tomamos la definición de fracaso como la de no conseguir tus objetivos, por supuesto que las dos temporadas que este magnífico tridente convergió en París fueron eso precisamente: un fracaso.
