En plena lucha por evitar el descenso en el Brasileirão, el Santos deberá afrontar un contratiempo inesperado: Neymar Jr. no disputará los partidos que se jueguen sobre césped sintético. La decisión, respaldada por el club, responde al historial de lesiones en la rodilla izquierda del delantero y al riesgo que implica esta superficie en su recuperación.
“Jugar en hierba artificial, para mí, es imposible. Es algo que molesta a cualquier jugador” -Neymar Jr tras el duelo contra Juventude.
La determinación del brasileño, de 32 años, afectará directamente al equipo en compromisos frente a rivales como Atlético Mineiro, Botafogo y Palmeiras, encuentros vitales en la carrera por la permanencia. Incluso, Santos ya ha modificado sedes para evitar esta condición: contra Palmeiras, renunció al Allianz Parque y trasladó el duelo al Morumbí, con pasto natural.
La postura de Neymar no es aislada. Memphis Depay, futbolista del Corinthians, también ha criticado públicamente el uso de césped artificial en Brasil, describiéndolo como “la muerte del juego”.
Aunque algunos califican la decisión como un capricho, existen fundamentos médicos que explican la negativa. En la recta final de su carrera, Neymar busca minimizar riesgos y priorizar su estado físico.
