Uno de los cuatro Gran Slams del año corre peligro debido a las dos facciones opuestas que se han mostrado entre los tenistas profesionales con respecto a las vacunas contra el COVID-19.
Se trata del Australian Open, que ha entrado en discordia por un varios grupos de tenistas; el primero que exige que todos los participantes estén vacunados; un segundo que se niega a vacunarse o al menos revelar su estatus y por último los organizadores del torneo, que han levantado un muro férreo de restricciones sanitarias para poder participar en el primer torneo grande del año. La más importante, estar vacunado.
El grupo de los tenistas anti vacunas lo lidera Novak Djokovic, quien desde 2020 ha sido tajante con su decisión de no vacunarse al creer que es una batalla hecha en los medios de comunicación. Al serbio le han seguido en meses más recientes, el ruso Daniil Medvedev y el alemán Alexander Zverev. Otros como el griego Stefanos Tsitsipas admitió que solo se vacunaría si lo obligaban.
“Estoy en contra de la vacunación. No me gustaría que nadie me obligase a vacunarme para poder viajar. No revelaré si estoy vacunado. Es un asunto privado y una pregunta inapropiada. No quiero entrar en el juego que los medios están creando.”
Novak Djokovic
Ashleigh Barty, Naomi Osaka, Rafael Nadal o Simona Halep son algunos del frente contrario a favor de las vacunas, o al menos los que las creen necesarias para poder acercarse a la nueva normalidad en el mundo de los eventos deportivos de gran magnitud y aforo.
“Quería vacunarme. Vine con la mente abierta y estoy bien. Es por el bien de todos y por eso decidí hacerlo.”
Simona Halep
Otras figuras del deporte blanco como Victoria Azarenka o Andy Murray, se mostraron más tajantes e instaron a las organizaciones pertinentes a mostrarse más dureza para que el circuito se vacune por completo y por obligación, como lo ha decretado la NBA.
En el pasado mes de agosto, Deportrece pudo saber por fuentes cercanas a la ATP y la WTA que el circuito masculino estaba vacunado en un porcentaje del 50% o un poco más, mientras que el femenino no llegaba a a la mitad. Ambas organizaciones encargadas del tenis mundial han guardado silencio al respecto hasta estos días, lo que enciende más la disputa entre ambas trincheras.
