Dak Prescott hizo historia, y lo hizo en el escenario que mejor define a un quarterback: en casa, en horario estelar y frente al rival que más duele. El pasador de los Dallas Cowboys se convirtió en el jugador con más yardas aéreas en la historia de la franquicia, superando a Tony Romo y dejando una marca que, por cómo juega y por cómo compite, promete seguir creciendo.
Prescott llegó a la Semana 12 necesitando apenas 160 yardas para romper el récord… pero no se conformó. Ante la defensa siempre física de Philadelphia, terminó lanzando 354 yardas, dos touchdowns y una remontada de 21 puntos que selló el triunfo por 24-21 con la serie ganadora número 25 de su carrera. Un día grande. De esos que cambian el lugar de un jugador en la historia.
Con ese desempeño, el quarterback elevó su total a 34,378 yardas por pase, dejando atrás las 34,183 que Romo acumuló en 127 partidos como titular. Y lo más llamativo es que Prescott lo consiguió con menos intercepciones que su predecesor y con un porcentaje de pases completos más alto. Romo, eso sí, todavía conserva el récord de más pases de touchdown en la franquicia… pero esa distancia ya es mínima: Dak llegó a este duelo necesitando solo 15 envíos de anotación para ocupar también ese trono.
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— Dallas Cowboys (@dallascowboys) November 24, 2025
No es casualidad ni fruto del calendario. Este récord, que durante décadas perteneció a Troy Aikman y que parecía inalcanzable hasta que Romo irrumpió como un auténtico pistolero, ahora tiene un nuevo dueño. Un jugador que estuvo a dos yardas —literal— de romper también la marca de más yardas en una temporada para un quarterback de Dallas, aquella de 4,903 que Romo fijó en 2012. Prescott se quedó en 4,902 en 2019… otra señal de la constancia que lo define.
Claro, en Dallas todos saben que el verdadero juicio se mide en trofeos Lombardi. Prescott lo sabe, Romo lo supo y Aikman lo demostró con sus tres anillos. Pero también hay un valor innegable en convertirse en uno de los pilares más importantes que ha vestido el uniforme de los Cowboys. Y hoy, con 32 años y una década al mando, Dak se ha ganado ese lugar.
Su historia todavía no está terminada. Y con este ritmo, su récord tampoco. Esta marca será apenas una parte del legado que está construyendo… uno que, para quien venga después, no será fácil alcanzar.