Luego de caer en el repechaje desde los once pasos frente al Puebla, las Chivas dejaron de ser un equipo de Liguilla y pasaron a ser un equipo del montón.
Para un equipo con la grandeza, la afición y los campeonatos de Chivas quedar eliminado en repechaje es de las peores vergüenzas del futbol mexicano.
Pero, ¿quién es el culpable de la crisis que ataca al Club Deportivo Guadalajara? La respuesta: jugadores, técnicos y directivos, en pocas palabras: todos.
Desde su llegada a la presidencia deportiva del ‘Rebaño Sagrado’, Ricardo Peláez ha gastado un aproximado de 60 millones de dólares en refuerzos.
Por esa cantidad gastada se esperaría un mejor desempeño de las Chivas. Sin embargo, regresaron a Liguilla en 2020 luego de ausentarse por tres años cuando consiguieron su último título (2017).
Además, por el banquillo del Guadalajara han desfilado técnicos como José Cardozo, Tomás Boy, Luis Fernando Tena, Víctor Manuel Vucetich y actualmente Marcelo Michel Leaño.
La mayoría de estos técnicos con gran trayectoria en el fútbol mexicano, pero en su paso por Verde Valle solo fueron un nombre más de la lista.
Por último, las Chivas no pueden darse el lujo de privar a jugadores como Alexis Vega, Uriel Antuna o Jesús Angulo de jugar la fase final.
Cuando estos tres jugadores se pusieron la camiseta de la selección brillaron e hicieron un gran papel. Pero al regresar al rojiblanco, todo parecía un espejismo.
El Guadalajara necesita retomar la esencia que los llevó a la grandeza, poner a sus jugadores y cuerpo técnico sobre la tierra y que sepan a qué equipo están representando.
A pesar de todo, las Chivas siguen siendo el equipo más popular del país, pero mientras no recobren la memoria, seguirán siendo un equipo del montón.
