Chivas afina detalles para su serie de cuartos de final ante Cruz Azul, en una eliminatoria que llega con matices inesperados. Aunque durante gran parte del torneo se proyectaba que La Máquina finalizaría entre los primeros lugares y enfrentaría a un rival aparentemente más accesible, su caída al tercer puesto modificó el panorama: ahora se medirá a un Guadalajara que vive uno de sus mejores momentos recientes bajo el mando de Gabriel Milito. El técnico argentino ha logrado darle regularidad, orden y una identidad ofensiva al Rebaño, factores que elevan la expectativa para este cruce.
En Verde Valle no solo trabajan con intensidad, sino con planificación quirúrgica. Fuentes cercanas a la institución indicaron que el equipo realizó doble sesión de entrenamiento el jueves y, tras el trabajo matutino del viernes, recibió descanso hasta el domingo, día en que retomarán de lleno su preparación rumbo al primer duelo. La pausa estratégica busca recuperar piernas y mantener frescura mental ante un rival que exige máxima concentración.
Más allá del orden, en Chivas se habla de ajustes importantes en su propuesta de juego. Aunque han mantenido un estilo vertical en los últimos encuentros como local, la directiva y el cuerpo técnico consideran la posibilidad de modificar ciertos comportamientos ofensivos. La intención sería incrementar la intensidad, adelantar líneas y mantener a Cruz Azul replegado, acompañado por jugadas preparadas que buscarían sorprender a la defensa cementera desde los primeros minutos.
El plan incluye también una lectura contextual de la serie: si el marcador de la ida es favorable, Milito apostaría por un partido de vuelta más controlado, jugando con la desesperación del rival y manejando los tiempos desde la mitad de la cancha. Pero si el escenario es adverso, Chivas no dudará en proponer un duelo abierto, presionando alto y cargando ofensivamente para intentar definirlo desde el arranque.
El ambiente interno no podría ser mejor. El club reporta que se están preparando todos los escenarios posibles, priorizando el más positivo y aprovechando al máximo el apoyo de su afición. El Estadio Akron estará lleno (los boletos para la serie están agotados), lo que genera un impulso anímico adicional para un equipo que llega con confianza, buen futbol y la firme intención de dejar fuera a una Máquina que, pese al tropiezo en el cierre del torneo, sigue siendo uno de los candidatos naturales al título.
