En la antesala del esperado enfrentamiento entre América y Chivas en la CONCACAF Champions Cup, André Jardine, técnico de las Águilas, habló con claridad y determinación sobre lo que está en juego: la motivación, la preparación y ese ADN ganador que caracteriza a un club acostumbrado a las grandes citas.
La presión de los grandes momentos
Jardine no titubeó al abordar la importancia de este encuentro. «Es un día para no fallar», afirmó. Consciente de las recientes frustraciones en torneos internacionales, como las derrotas en la Leagues Cup y la Concachampions, el estratega brasileño dejó claro que el equipo está listo para cambiar la narrativa y afrontar este desafío con mentalidad de campeón.
Un ADN ofensivo bajo la lupa
El América es sinónimo de ataque, pero las últimas actuaciones han dejado dudas en cuanto a su efectividad frente al arco rival. Jardine no ocultó esta realidad, aunque destacó el mérito de los rivales en el trabajo defensivo:
«Producimos situaciones, tuvimos las más claras, pero no concretamos. Mañana verán algo diferente en la parte táctica».
Detalles que definen campeones
Jardine lo tiene claro: en este tipo de partidos, los detalles marcan la diferencia. “El fUtbol es así, no vamos a ganar todos los títulos, pero este equipo entra con toda la fuerza, fe, esperanza, ganas y, sobre todo, hay que ponerle huevos”. Con estas palabras, el técnico brasileño reafirmó que América saldrá con todo para buscar el triunfo y reconectar con una afición exigente.
La mesa está servida para un duelo que promete emociones al límite. América y Chivas no solo disputarán el pase a la siguiente ronda, sino también el orgullo y la historia que define a los grandes clásicos.
