El equipo que durante años nos impresionaba con sus grandes contrataciones y que puso en nuestro vocabulario el termino ‘fichaje bomba’ poco a poco a perdido ese interés de soltar los millones para traer el mejor fichaje y romper el mercado en el futbol mexicano.
América, ese equipo que traía a los mejores jugadores del viejo continente, ese equipo que hacia un scouting exhaustivo en Sudamérica, en Europa y que traía a jugadores de calidad, que rompían el mercado, que hacia que su plantilla fuera una de las mejores.
Ese equipo que no solo en el campo, en el banquillo también traía a los mejores, de talla internacional, el que ahora se conforma con un jugador que no ve actividad desde hace mucho tiempo, que su nivel siempre fue mediocre y que se enfocó más en hacerse burla así mismo en las redes sociales.
Los fichajes ‘bomba’ se acabaron en América, y no me refiero a este mercado de fichajes, el equipo Azulcrema lleva varios años haciendo contrataciones que dan risa, llevando a jugadores que en otro tiempo era imposible verlos portar la camiseta del América.
Un equipo que presume ser el más grande del país, el más ganador, pero que sus contrataciones son de equipo de segunda división, jugadores por debajo del promedio, algunos que solo llegan al Club por el nombre y no por lo que tienen para dar en la cancha.
América dejó de ser el equipo con una gran plantilla, el de los millonetas por los miles y miles de pesos que derrochaba por traer a lo mejor, ese equipo que se empieza a empecinar a llevar lo que hay y no lo que merece.
Contrataciones como la de Jürgen Damm, los Hermanos Dos Santos, entre otras, son más para que el aficionado haga castillos en el aire e ilusamente piense que son buenas contrataciones o que merece la grandeza del equipo.
América está perdiendo una filosofía que lo hizo estar donde hoy lo tiene la historia, sin embargo, las decisiones que se han tomado para contratar jugadores hacen ver que la directiva no piensa o simplemente no sabe en donde está parada.
