El mariscal de campo de los Green Bay Packers sigue en el ojo del huracán por negarse a las vacunas anti COVID-19 y revelarse que asistió una fiesta de Halloween en días pasados, entre otras cosas.
Rodgers sigue con la convicción de no vacunarse como todos los demás jugadores de la NFL (es un requisito para poder jugar) debido a motivos personales, algo que no ha caído bien en la sociedad estadounidense, así como en los directivos de la liga y su mismo equipo.
Recientemente, Aaron asistió al The Pat McAfee Show, donde aceptó que no se iba a vacunar por ser alérgico a una de las sustancias de las vacunas Pfizer y Moderna, mientras que no quería la J&J debido a que cree que puede causar trombosis.
Ahí también aceptó que le había mentido a algunas personas sobre su estatus de vacunación, algo que puso en riesgo a todo su equipo y la gente con la que tuvo contacto en todo este tiempo. Esto generó molestia en las demás franquicias, con sus dueños argumentando que sus organizaciones habían cumplido con todos los protocolos y las normas y Rodgers se las había saltado deliberadamente.
Ante esta situación, fuentes en Estados Unidos dicen que la NFL y la Asociación de Jugadores decidieron multar con 300 mil dolares a los Packers y con poco más de 14 mil dolares a Rodgers por no respetar el reglamento establecido.
