He visto a los heridos: ¡Qué horribles son los trapos manchados de sangre!; Y los hombres que se quejan mucho; y los que se quejan poco; y los que ya han dejado de quejarse!; Y las bocas retorcidas de dolor; y los dientes aferrados; y aquel muchacho loco que se ha mordido la lengua y la lleva de fuera, morada, como si lo hubieran ahorcado!
Salomón de la Selva
Los conflictos bélicos trascienden muchas barreras, incluyendo la del deporte, que suele ser un afectado en todas sus aristas por las decisiones de las naciones que disputan alguna idea o territorio. Así el AC Milan entra en esta historia con su cuarta camiseta, que se confeccionó por un momento crucial en años recientes.
El reportero y fotógrafo danés Jan Grarup, habitual en las coberturas bélicas para medios de su país con 25 años de experiencia, se encontró en 2021 con una escena que ahora trasciende en la vestimenta del cuadro rossonero. La historia se situa a orillas del río Nilo, al sur de Sudán, donde se desarrollaba una guerra.
Grarup se encontró a un niño que llevaba una playera del conjunto milanista de la temporada 2016-17 con el número 45, perteneciente en aquellos años al italiano Mario Balotelli, por lo que no dudó en hacerle una oferta: darle una camiseta nueva del equipo a cambio de la llevaba puesta para que fiera trasladada al museo del club.
La oferta fue aceptada y para este 2022, la Associazione Calcio Milan vistió a todas sus categorías con una indumentaria que pinta casi en su totalidad de blanco pero que en la parte del torso muestra los colores de la casaca tradicional con un deterioro en sus bordes.
