En una noche lluviosa en el Chase Stadium, el Inter Miami volvió a demostrar por qué es candidato serio en la MLS. Con Lionel Messi como cerebro, Las Garzas vencieron 4-1 al New England Revolution y aseguraron su lugar en los playoffs, trepando al tercer sitio de la Conferencia Este con 59 puntos.
El partido arrancó con esa sensación de que todo pasaba por Messi. Al 32’ lo confirmó: recepción, giro y pase quirúrgico para Tadeo Allende, que definió cruzado y puso el 1-0. El gol despertó al estadio y despertó al equipo.
Antes de irse al descanso llegó la segunda pincelada de Leo. En el añadido, 45+3’, Messi filtró para Jordi Alba —el lateral español remató con contundencia— y Miami se fue al vestidor con la ventaja y el ánimo por las nubes. Messi no buscaba protagonismo numérico: repartía juego, abría espacios y marcaba el tempo.
La segunda mitad empezó con un susto: Dor Turgeman soltó un zurdazo desde fuera del área (59’) que le dio vida al Revolution y puso el 2-1. Fue apenas un espejismo. Un minuto después, Messi volvió a aparecer como asistente: otra pausa, otro pase; Allende cazó su segundo tanto (60’) y selló la noche del 10 argentino.
La puntilla la puso Jordi Alba nuevamente al 63’, pero esta vez la asistencia la firmó Telasco Segovia, que apareció en el momento justo para servir al español y cerrar la cuenta: 4-1 final.
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— Inter Miami CF (@InterMiamiCF) October 5, 2025
Más allá del marcador, el partido dejó imágenes que quedan: Sergio Busquets se retiró entre aplausos y ovaciones, símbolo de la tranquilidad que da su posesión; Rodrigo de Paul movió y rompió líneas antes de ganarse una tarjeta; y Messi, sin necesidad de festejar goles propios, volvió a demostrar que su influencia en el equipo no se mide solo en tantos.
Inter Miami se marcha con la clasificación a la postemporada asegurada y la certeza de que su mejor versión aparece cuando Messi manda. Ahora toca afilar detalles de cara a la recta final de la temporada, pero la sensación es clara: con Leo en plenitud creativa, Miami asusta.
