La llegada de Nicolás Larcamón al banquillo de Cruz Azul no estuvo exenta de polémica, ya que muchos aficionados y analistas consideraban que Vicente Sánchez había hecho méritos suficientes para continuar al frente del equipo. A pesar de que el estratega argentino cuenta con un sólido historial en la Liga MX, con pasos destacados por Puebla, León y Necaxa, el cambio de timonel fue cuestionado, sobre todo por el flojo inicio que tuvo La Máquina en el Apertura 2025.
Uno de los principales retos que enfrenta Larcamón es mantener el nivel que dejó su antecesor, quien había elevado la exigencia deportiva. La derrota ante Seattle Sounders dejó una huella difícil de borrar, pero la directiva decidió respaldarlo para que revierta la situación y coloque al equipo como protagonista del torneo. La confianza en su capacidad está presente, aunque las expectativas son claras y elevadas.
En una charla revelada por Víctor Velázquez a Carlos Hermosillo, el presidente del club detalló las condiciones que le plantearon a Larcamón desde el primer día: “Aquí clasificar no es un logro, es una obligación. Lo que exigimos es ser campeones. Ser campeones es nuestro objetivo”. Este mensaje dejó claro que en Cruz Azul no basta con cumplir, sino que se busca la gloria absoluta.
El propio Velázquez, en una entrevista reciente con ESPN, advirtió que podrían realizarse cambios si el rendimiento no es el esperado. Si bien la victoria ante Atlético San Luis calmó las tensiones en La Noria, la presión sigue latente y el margen de error es mínimo para el entrenador argentino.
Las próximas semanas serán decisivas para Larcamón y su plantel, con duelos de alto riesgo ante Santos Laguna, Toluca y Chivas. Estos compromisos no solo pondrán a prueba la capacidad táctica del estratega, sino que también determinarán si Cruz Azul puede aspirar seriamente al título que tanto anhela su afición y que la directiva ha dejado como único objetivo real.
