La escudería de Red Bull ha realizado cambios en su monoplaza tras mantener una conversación con la FIA.
Esta noticia se dio a conocer después de que el organismo emitiera un comunicado en respuesta a la preocupación de algunos equipos sobre la posible explotación de las normas que restringen el trabajo en un coche entre el inicio de la calificación y la carrera.
Las llamadas condiciones “Parc Ferme” impiden cualquier cambio de configuración, pero se ha especulado con la posibilidad de que un equipo pueda hacerlo sin ser detectado mediante un dispositivo para ajustar la altura de la suspensión.
Un representante de las bebidas energéticas confirmó la existencia de un dispositivo.
“Sí, existe, aunque es inaccesible una vez que el coche está completamente montado y listo para correr. En la numerosa correspondencia que mantenemos con la FIA, surgió esta parte y hemos acordado un plan para seguir adelante”.
Lo ideal es que los equipos rodaran los monoplazas más cerca del suelo para ser lo más rápido posible en la clasificación y luego a mayor altura en condiciones de carrera.