Un día como hoy, hace 13 años, Sergio “Checo” Pérez marcó un antes y un después en la historia del automovilismo mexicano al subir al podio del Gran Premio de Malasia. A bordo de su Sauber, en apenas su segunda temporada en la Fórmula 1, el tapatío rompió una sequía de 41 años para México, devolviendo al país al escenario de los grandes momentos en la máxima categoría.
El 25 de marzo de 2012, en el Gran Premio de Malasia, Checo se consagraba como una de las grandes promesas de la F1. En el complicado Circuito Internacional de Sepang, bajo una intensa lluvia, Pérez peleó codo a codo con Fernando Alonso y su Ferrari por la victoria. Aunque un pequeño error le impidió alcanzar el primer lugar, su segundo puesto marcó un momento icónico, consolidando su nombre entre la élite del deporte motor.
La última vez que un mexicano había alcanzado un podio en la F1 fue en 1971, cuando el legendario Pedro Rodríguez terminó segundo en el Gran Premio de Holanda. Desde entonces, ningún piloto mexicano había vuelto a destacar de esa manera en la categoría reina del automovilismo, hasta que llegó el talento y la determinación de Checo.
Los otros podios de una temporada inolvidable
El 2012 no sólo fue el año del primer podio de Pérez, sino también de otras destacadas actuaciones que pronosticaban un futuro prometedor:
- GP de Canadá (3er lugar): El 10 de junio, en el icónico Circuito Gilles Villeneuve, Checo escaló 12 posiciones para terminar tercero detrás de Lewis Hamilton y Romain Grosjean. Una actuación impresionante que demostró su capacidad para remontar.
- GP de Italia (2do lugar): El 9 de septiembre, en el mítico Autódromo de Monza, Pérez estuvo a sólo cuatro segundos de Lewis Hamilton, logrando otro segundo lugar y reafirmando su talento en una temporada inolvidable.
Una carrera llena de éxitos

Hoy, Checo Pérez puede presumir de una trayectoria que lo coloca entre los grandes nombres del automovilismo mundial. A lo largo de sus 14 temporadas, ha conseguido:
- 6 victorias
- 39 podios
- 281 Grandes Premios disputados
Aunque actualmente se encuentra sin escudería, no hay duda de que su legado en la Fórmula 1 está más vivo que nunca. Sergio Pérez no solo es un referente del automovilismo mexicano, sino también un ejemplo de perseverancia y talento en un deporte tan exigente como la Fórmula 1.